Al iniciar a leer el libro del Dr. Edgar Gutiérrez Gómez, titulado el Otro Café Filosófico[1] , es como iniciar a degustar otro café cargado de literatura y filosofía, con abundante aroma a café ayacuchano, con perdón del VRAEM para que no cuestionen que en Ayacucho no produce café, sino en la selva de Huanta y La Mar.

Existen 108 artículos o filosóficamente hablando 108 sabores de café filosófico contenidos en el texto que hoy nos honramos en comentar. Estos artículos que forman parte del texto fueron escritos desde el 07 de junio del 2016 al 21 de enero del 2018, a razón promedio de 1 por semana de manera religiosa y permanente, entrelazando con la labor académica en las aulas universitarias, el quehacer de la investigación docente, quehaceres personales y familiares; en síntesis, siempre viviendo la vida y filosofando. El primer artículo denominado “Mama Pato” insta la lectura filosófica del vivir de hoy, el recordar el ayer y avizorar el mañana cotidiano en un mundo al mismo estilo de Walt Disney ayacuchano, para ello todos nos trasladamos imaginariamente a la esquina del Jr. Manco Cápac y Asamblea, junto al semáforo adyacente al Colegio “Luis Carranza”, media cuadra con dirección hacia el Parque Magdalena, y en una esquinita vive “Mamá Pato”, ahora los años pesaran sobre ella, al igual que Luis Bedoya Reyes, debe estar con un centenar de años cumplidos. Tengo la suerte de conocer a “Mamá Pato” que refiere el Dr. Gutiérrez, por haber vivido yo en mi etapa universitaria por esa cuadra, cuando cursaba estudios en la UNSCH, saben, a diario iba donde “Mama Pato”, pero no por una chingana, sino a comprar el pan de cada día, bueno me tengo que franquear con ustedes, algunas veces iba a fiarme, porque casi siempre le falta plata a uno especialmente en la etapa de estudiante universitario.

Filosóficamente, el Dr. Edgar amplia sobre la chingana o “bares” ayacuchanos como centros de necesidad prioritaria del ser humano (desde una perspectiva de género nos referimos a los hombres y las mujeres). Allí se refiere a “La Huantina” (pág. 18) del Otro Café Filosófico, eso evoca recuerdos que, en la ciudad de Huanta, también existen chinganas famosísimas y de antaño, como el “último Terno” que era de un vendedor de ataúdes, “El Aeropuerto” donde todos aterrizaban, se encontraba ubicado frente al Hospital, otra chingana conocida era “Donde mueren los valientes”, en la actualidad como consecuencia de la globalización es llamado “Real Palace”, esta se encuentra por el Parque Alameda de Huanta.

De leer pausadamente el Otro Café Filosófico, pude extraer que la filosofía o forma de filosofar va entrelazado a lo vivido, de ahí cuando el autor del texto señala “Orgulloso me siento de ser huamanguino” pero aclara “Yo no soy huamanguino, soy Lamarino”, es el cariño a la madre tierra que nos vio nacer que aflora en nuestro momento filosófico, seguidamente en su artículo “San Miki” refiere que en el 80 se marchó junto a otros de su añorada tierra natal por el conflicto armado; pero ahora la incógnita es de que parte de la provincia de La Mar es Edgar Gutiérrez.

Y revisando cada página de Otro Café Filosófico encontramos “Mi Ninabamba, Valle de los Jesuitas”, un artículo de índole histórico, que para escribir habrá tenido que leer un sin números de textos, de allí presumo que sea de Ninabamba, ubicado en el distrito de San Miguel, y para mayor precisión, del lugar de Magnupampa, por el fervor que lo describe en la pág. 71 bajo el nombre de “Puente Nuevo”, y lo remarca en la pág. 125 al escribir “Hacienda de Magnupampa” sobre sus propietarios primigenios, pobladores y algunos sucesos acontecidos en ella.

En el libro Otro Café Filosófico también refiere sobre ciertas particularidades, los personajes y personalidades de la región, como Víctor Tenorio (VITE), de Magno Sosa autor de “Cipriani el Teólogo de Fujimori”, Iber Maraví, Ranulfo Cavero, los congresistas Tania Pariona y Humberto Morales, entre otros como el ex Vicepresidente de Investigación de la UNAH Dr. Gualberto Cabanillas (pág. 84), también refiere en uno que otro artículo a algunos docentes que laboran actualmente en la Universidad Nacional Autónoma de Huanta, si desean estar al tanto en qué página se encuentran, hay que leer necesariamente el libro. Nuevas terminologías materias de mayor profundización filosófica son las siguientes: “Preso político corrupto”, algo como para referirse a Keiko Fujimori u otros políticos encarcelados por actos de corrupción. “Narcoturismo”, había escuchado anteriormente sobre el narco avión presidencial durante el gobierno de Fujimori, narcoindulto con el recientemente suicidado Alan García. Pero Narcoturismo es la primera vez al leer el Otro Café Filosófico, cuyos protagonistas “se jactan de sus viajes ilegales en cada fiesta patronal del pueblo, conducen camionetas arrasando trago y vanagloriándose de sus itinerarios. Redada policial, llega el vacío existencial y sin un puto sol en el bolsillo”; el narcoturismo puede ser materia de una tesis de pregrado o post grado.

“La agonía filosófica”, nos refiere que la filosofía, se encuentra muy relacionada con la vida del hombre, como existencia del ser para el mundo. Pero la filosofía no está desahuciada por completo, sino agonizante, buscando medicis para poder sobrevivir, junto con el hombre hasta su ocaso. Los eventos académicos que revindiquen verdaderamente su existencia si son dignos de aplaudir, por ello estamos aquí para adquirir el Otro Café filosófico. Un artículo de índole político que me llamo la atención fue ““P” de patria”, (pág. 109-110) en la cual hace un comparativo de los principales partidos políticos existentes en el país como Alianza Para el Progreso con su “raza distinta”, Partido Aprista Peruano

“El antiimperialismo”, Partido Humanista Peruano “unos cuantos humanistas”, Partido Popular Cristiano “sin cristo”, Perú Posible “imposible digno”, Unión Por el Perú “más desunido”, Fuerza Popular “la fuerza bruta ignorante”, Todos por el Perú “quedaron solos”, Partido Nacionalista Peruano “más internacional”, Perú Patria Segura “inseguridad total”, Vamos Perú “no sabe a dónde”, Partido Político orden “un completo desorden”, Frente Popular Agrícola del Perú “Club barbados”, Perú Nación “sin nación”, Perú Libertario “jamás libre”, en fin, pero concluye que existe el cuatro veces P (PPPP Partido Político Peruanos de Porquería) conformado por aquellos que obsequian votos esquizofrénicos…

Se suman otros artículos de índole político como “Una reverenda jArana”, “79 contigo 80”, “El Hermano Pablo”, “Chacalón fujimorista”, “El Joven Manos de Tijera” artículo referido, ex presidente del Congreso de la República, de quién señala que “Disfruto vagabundeando los prostíbulos de todos los negocios políticos para candidatear (…) pobrecito de él”.

Incluso aborda sobre la doble moral y la gastronomía ayacuchana en “Intolerancia religiosa”, cuando refiere que los “profesores clasistas combativos, armando espacios de nacimientos navideños y de paso desaprobando a los estudiantes para tener trabajitos en vacaciones” añade que degustan “mondongo ayacuchano compuesto por desperdicios y entrañas de animalitos que asesinaron, transgrediendo su derecho a la vida”. Como refirió Ricardo Ríos^[2] el 23 de abril del 2019, el Dr. Edgar Gutiérrez, autor del Otro Café Filosófico tuvo la sagacidad de escribir en prosa directa, sencilla y comprensiva. Inclusive nos habla del futbol en “Aleluya del fútbol” y “Pelota qaitay”.

Finalmente el autor del Otro Café Filosófico conforme lo narra en la pág. 128 “huimos a respirar el aire puro” seguramente para filosofar, como que nos evoca la canción del Chacalón y la Nueva Crema “Soy muchacho provinciano/ Me levanto muy temprano para ir con mis hermanos ay,/ ay, ay, ay a trabajar…”, a mi decir, lo entonaría esa canción al Dr. Gutiérrez “soy un docente provinciano/ Me levanto muy temprano para ir con mis hermanos ay,/ ay, ay, ay a filosofar…”, asimismo el autor del libro se siente orgulloso de ser “ciudadano del mundo” como lo refiere en el texto, yo podría aseverar que también se siente orgulloso de ser filosofo del mundo, con o sin café.

Antes de culminar la glosa le recomiendo al autor del texto que en las próximas ediciones de Otro Café Filosófico o para su reedición, sin que ello atente contra la libertad filosófica, sería conveniente que los agrupe por capítulos de historia, tradiciones, política, violencia, deporte, en fin. Del mismo modo, en algunos casos, se le recomienda consignar en pies de página el contexto en la que se escribió, para ubicar mejor al lector, como por ejemplo en “Acomplejados versus alienados” (pág. 115).

Asimismo, amigos lectores estoy seguro de que ahora desean saber que contiene cada una de las páginas de este libro, por ello os invito a leer el “Otro Café Filosófico”. A todos, solo me queda agradecerles por su paciente lectura, e indicarles que escriban, filosofen que “Aprendiendo a vivir se va la vida” como dijo en una de sus últimas conversaciones el maestro Carlos Iván Degregori^[3].

Notas

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